FORMA Y MANERA


"El que te baile bien debe ser púa,
manyado entre la merza de los guapos,
haber hecho un jotraba de ganzúa
y tener la sensación de la cafúa
al atávico influjo de los trapos."

Libro "La Crencha Engrasada" de Carlos de La Púa.


Carlos Vega, el primer y más importante musicólogo argentino, estudió en las primeras décadas del siglo 20 las danzas folclóricas argentinas y fue el primero que definió conceptos con respecto a las danzas.

El hablaba de "coreografías dancísticas" al desarrollo de las danzas desde su comienzo a su final.

Advertía que las danzas tienen una estructura que las antecede y que la manifestación de la danza está dada por la impronta que le ponen los bailarines.

Por ejemplo, la Chacarera, empieza con: -avance y retroceso - giro - vuelta entera y así hasta el final de una coreografía preestablecida. Es decir la Chacarera y las danzas folclóricas tienen una forma de empezar, un desarrollo y un final.

Los bailarines le pondrán su modo personal a esa estructura, eso es la impronta personal que distinguiría a cada bailarín

Cuando aparece el tango, Carlos Vega, casi retirado de su actividad, la retoma para estudiar esta nueva danza que hacía furor en los arrabales porteños.

Se encuentra con que el tango no tiene una estructura ni coreografía preestablecida, sino, que es pura improvisación y que el modo en que los bailarines se expresan definen realmente al tango. Es decir cómo se baila el tango es lo que hace al tango y no una estructura.

Para bailar tango, en ese entonces, tenías que tener ese algo, algo difícil de definir, pero que te hacia un bailarín de tango.

Para la época si no tenías ese algo, no se veía a tango, era como una caricatura de Grouncho Mark.

Con el devenir de los tiempos, la dialéctica tanguera le dio muchos adjetivos a ese como: mugre, actitud, presencia, tanguidad, barro, cadencia, etc.

Esta cualidad propia del tango, se ha prestado a muchas confusiones y también se ha abusado especulativamente, ya que si el tango básicamente es el modo como lo bailo, entonces, ¿cuál es el criterio para evaluar el modo de bailar y que sea tango?

Y así cualquiera, como ha sucedido y sucede, puede bailar cualquier cosa y decir con total caradurismo e ignorancia que baila tango.

En esta ambigüedad dialéctica y donde el tango fue prohibido y poco difundido (por gobiernos militares), es donde se cortó la unión con la fuente y lo que tradicionalmente era una herencia popular, (es decir donde nadie se cuestionaba que es tango porque ello estaba intrínseco en la transmisión popular), que se trasmitía de padres a hijos, de hermanos a hermanos de amigos a amigos, quedo en el vacío.

Toda mi vida me intereso interpretar ese modo, que hace que el tango sea tango y no solo una danza técnica.

Para mí siempre fue importante saber los límites que hacen que el tango es tango. Donde se puede decir que lo es, de lo que no lo es.

Siempre me despertó curiosidad saber porque hay bailarines que te hipnotizan y atraen toda tu atención y otros pese a su calidad técnica y su destreza no te dicen mucho.

Cuando empecé a estudiar en la Universidad del tango, me empiezo a familiarizar con un concepto llamado "Forma y Manera".

Y al escuchar las charlas del maestro Rodolfo Dinzel empiezo a profundizar en este concepto y me estaba sucediendo una revelación ampliamente buscada.

El maestro Dinzel había definido el concepto de "forma y manera".

Redondeando de alguna manera lo que había investigado Vega casi un siglo atrás.

Forma es la estructura coreografía, es decir "que hago" y la manera es el modo personal de cada bailarín, es decir, "como lo hago".

Carlos Vega, queda sorprendido, porque descubre que el tango no tiene forma, o mejor dicho la única forma es una pareja abrazada caminando libremente sin ninguna estructura en el espacio disponible y al embrujo de la música.

El tango no tiene una forma de empezar, de continuar, ni de terminar. El mismo tango lo podrían bailar indefinidamente la misma pareja y siempre bailará un tango distinto.

Nace así, una nueva danza revolucionaria para la época, porque rompe con dos aspectos: el primero es la primera danza de abrazo, ya que las existentes o eran grupales o en parejas "tomadas" o "enlazadas" pero no abrazadas literalmente como cuando abrazás a alguien que querés.

El segundo, no tiene estructura, es totalmente improvisada. Es decir una danza de pareja por excelencia y totalmente libre, donde dos personas unidas en cuerpo y alma transitan libremente en el espacio existente.

Si la manera es el modo como se baila, y acá está el nudo Georgiano que permitió especular y distorsionarla ya que la manera pertenece a lo abstracto y es muy difícil definirla con una lógica y conceptualizarla.

En la Universidad del Tango, a raíz de trabajos de investigación que realicé, encuentro que la respuesta esta en la historia misma y en el génesis sociocultural de la época.



GAUCHOS Y COMPADRITOS: "¡ASÍ BAILO YO!"


El gaucho andaba el 70% a caballo, y como todo jinete mantenía la postura típica conocida como "postura de jinete", que básicamente es la espalda recta, con la coronilla apuntando al cielo, la barbilla levemente hacia abajo. Los hombros para atrás y el pecho subido con el estómago adentro y los brazos en forma circular como conteniendo una gran pelota.

Cuando el gaucho bajaba del caballo, su forma de caminar, de la cintura para arriba era la misma que la de andar a caballo.

En 1860 después de la guerra civil (Federales y Unitarios) y la cobarde Guerra de la Triple Alianza y el país gobernado por la oligarquía, los campos son alambrados con "nuevos dueños" y el gaucho es echado de estos, donde vivían libremente.

La mayoría de los gauchos terminan en Buenos Aires, para trabajar como reseros o en los frigoríficos por su habilidades con el ganado y el cuchillo.

El gaucho se encuentra en una nueva urbe en construcción con miles de personas que bajaban diariamente de los barcos, de los más variados países y termina asignados ambos en los conventillos y arrabales que rodeaban a la nueva urbe.

Tenemos así, al criollo nacido en esta tierra y al gringo, el inmigrante recién llegado conviviendo forzadamente en los arrabales.

Culturas, costumbres e idiosincrasias unidas por la explotación.

Ha ambos los unía algo en común: la dignidad de ser respetados y el espíritu de ser libres.

En los arrabales va surgiendo una tipología de personajes, como los compadritos, los malevos, etc.

Se dice, que los compadritos imitaban burlonamente el caminar de los africanos (los candomberos), de la cintura para abajo. Y los malevos practicaban cruzando puñales, el duelo criollo o vistéo.

De estas practicas y ciertas actitudes de alarde más la postura del jinete, nace una forma de caminar del porteño que lo identifica claramente, más allá de la tipología sociológica Este, era un caminar con presencia, algo arrogante y de total alarde.

Esta forma de caminar se distinguía claramente de los gringos y se podía diferenciar a un criollo o a un porteño por la manera de caminar.

Este caminar se traslada a todas las danzas de la época, (polkas, vals, mazurcas, habaneras, etc.), antes de la aparición del tango como tal y además los porteños de la época le agregaban dos movimientos, el corte (una detención del movimiento en plena danza) y las quebradas ( el quiebre del eje superior de la pareja hacia un lado).

Cuando el tango se define como género musical, se incorpora el corte, la quebrada como signos distintivos del tango, sumados a la postura de alarde típica del porteño de ese entonces.

¡Esto definía la manera!

Es decir que la danza del tango nace como una danza identitaria, es decir que define la identidad de la gente de un lugar, en este caso de la nueva ciudad de Buenos Aires.

En esa época donde había cuatro extranjeros por cada criollo, esta manera de caminar y de bailar era una forma de transmitir un mensaje: "bailo así, porque soy porteño" y esa manera de bailar es la que le da a la danza del tango identidad.

Además de la danza, lo era el lenguaje (el lunfardo), el vestir y el estilo de vida.

Para los que no eran porteños, era casi imposible bailar así y actualmente se ve lo mismo en extranjeros, generalmente hombres, que en el abrazo y la actitud se diferencian claramente de los la forma de bailar porteña, excepto actualmente como en aquella época, que te convirtieras en un porteño, es decir que hagas propia la idiosincrasia porteña.

Es esta manera es la que embelesa al tango como tal, y la diferencia de la expresión puramente técnica y acrobática, y define por si misma la danza del tango.

Guillermo Brizuela





Guillermo Brizuela
Instructor de Tango / Taxi Dancer Services

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